Aunque no lo creáis, todo el mundo tiene un talento, un don innato que sabe hacer especialmente bien y que es transformacional para él mismo y para su entorno, es decir, que le va a desarrollar como persona y además va aportar valor a este mundo.

Esta es la buena noticia, la menos buena es que diferentes estudios de sociología coinciden en que, sólo un 2% de la población encuentra y desarrolla su talento. Fijáos sólo un 2% ¿Qué ocurre entonces? Pues muy sencillo, nosotros mismos dejamos que nuestro talento no salga a la luz a cambio de elegir comportamientos, estudios y profesiones que complacen a otros y no a nosotros mismos. O a cambio de buscar un oficio práctico de esos que hace todo el mundo porque da dinero.

Ahora sed sinceros, si vuestro hijo os dice que quiere ser ingeniero os hincháis como pavos de orgullo, si os dice que quiere ser escritor os echáis las manos a la cabeza. ¿O no?. Ya os digo yo que en el 95% de los casos esto es lo que ocurre. Y es que nuestros miedos, los de nuestros padres y educadores y como no, la tela de araña de esta sociedad materialista y consumista que nosotros mismos hemos montado, no nos ayudan precisamente a desarrollar nuestro talento.

¿Cuántos hijos han estudiado la carrera universitaria que su padre quería? Y es que a todo el mundo nos gusta obtener el reconocimiento de nuestros padres, es algo natural. ¿A cuántos de vosotros os gustaba por ejemplo, bailar o dibujar, y sin embargo optásteis por estudiar Derecho o Administración de Empresas porque se supone que tenía más futuro? ¿Cuántas veces habéis oído decir, “elige una carrera que tenga salida”? Sí, sí, salida, salida de emergencia, esa la tienen todas, y menos mal.

Nos dicen, “eso que te gusta está muy bien como hobby pero no tiene futuro”. Confesadlo, lo habéis oído miles de veces. Y es que ocurre una cosa, aún está mal visto eso de disfrutar y ganar dinero. Todavía se lleva eso de presumir porque trabajas 12 horas diarias, presumir de que sacrificas familia, ocio y bienestar por tener futuro. ¿Pero qué es esto? ¿Cómo es posible que nos sigamos engañando así? ¿De verdad pensáis que este mundo es tan malo y tan injusto y que hemos venido a esta vida sólo para sufrir? Pensadlo bien, no tiene sentido. La vida no es esto que algunos nos cuentan y que nos contamos a nosotros mismos.

Por eso hoy desde aquí te digo que tú también tienes un talento, y que estás a tiempo de buscarlo y desarrollarlo. Es más, puede que te paguen por ese talento tuyo y no tengas que trabajar ni un solo día más del resto de tu vida, porque vas a poder vivir de hacer lo que te gusta. ¿Qué locura no? ¿A que eso no os lo suelen decir? Pues ya os lo digo yo, además os digo que nunca es tarde para reinventarse, para rediseñar una vida a tu gusto, creedme, yo lo he hecho y soy plenamente feliz.