Si muchas veces te has dicho a ti mismo frases como “esto no es vida”, “para qué tanto esfuerzo”, “mi trabajo no me gusta” o del tipo “no tengo ilusión por el futuro” “cada día estoy más cansado” “mi vida es un desastre”… este articulo te va a encantar.

De verdad pienso que no es tan difícil conseguir una vida mejor, lo que ocurre es que no sabemos cómo hacerlo, andamos de un lado para otro, con prisas, con el piloto automático puesto y ya no sabemos ni para qué hacemos las cosas. En esta sociedad, que todos hemos creado, donde prima la inmediatez, cada día te levantas y corres, corres, corres … ¿cuándo vas a pararte? Seguro que este no era tu plan de vida, ¿es que ya te has olvidado de sentirte bien?

Parece que ya es un hábito en nuestro día a día el vivir con estrés, estar cansados, mal alimentados, no tener tiempo para nuestra familia o para nuestros hobbies, parece que hay que hacerlo todo rápido y ya, pero tú sabes que no es así, en tu interior, sabes que esto no es vida, pero te acuestas tan agotado que no planeas nada nuevo para hacer que mañana sea un día mejor.

Hoy voy a darte una fórmula mágica, un gran secreto de bienestar, un método infalible para minimizar tus problemas, para dar la vuelta a todas esas situaciones que te preocupan, para hacer desaparecer esa inquietud que no te deja vivir. Mi secreto es: aprende a mirar más allá, párate, cambia tu forma de mirar las cosas, coge ese problema tuyo que crees tan grave y míralo desde otro lado, piensa que no eres tú quien lo está mirando, obsérvalo con otros ojos y verás como ya no es un problema.

Te voy a poner un ejemplo muy gráfico para que veas cómo funciona la fórmula mágica del bienestar. Imagínate que eres una directora de empresa, tienes una reunión a primera hora en tu oficina con uno de los clientes que más factura en tu negocio. Sales perfectamente vestida, preparada y con tiempo para llegar a tu reunión, pero, de camino un conductor imprudente se salta un cruce y choca contigo, te hunde la puerta de la derecha de tu coche de forma que ya no puedes seguir conduciendo hacia tu oficina. Tu primer pensamiento sería, madre mía, que desastre, ya no llego a mi reunión, mi cliente va a estar tan decepcionado que se irá a la competencia y esto reportará grandes pérdidas en mi empresa y bla bla bla, un diálogo interno, negativo y autocompasivo se apodera de tu mente en tan sólo décimas de segundo. Ahora desconecta de esa situación, piensa que eres una empleada de un servicio de asistencia en carretera, tu salario va a comisión y llevas un mes muy flojo. Hoy recibes una llamada y puedes dar un buen servicio a ese cliente que te necesita y además reportará un beneficio económico para ti. También puedes imaginarte que eres trabajadora del concesionario de coches de tu marca y que tienes un nuevo encargo. ¿Me explico? El problema está en tu mente, en tu forma de mirarlo y lo que para ti es un problema para otros es una solución.

Te invito a que practiques esto, yo lo hago y te aseguro que funciona, es más te garantizo que si eres capaz de hacer clic y salir de esa conversación negativa, automáticamente van a aparecer nuevas soluciones, por ejemplo. En este mismo caso, si dejas de autocompadecerte y pensar que llegas tarde a tu reunión y levantas la vista, muy probablemente veas que tu vecino del 3°B se ha parado al ver el accidente y dado que “casualmente” trabaja en el mismo polígono industrial que tú (algo que no sabías porque nunca tienes tiempo de pararte a hablar con él), se ofrece a llevarte, y sorpresa, llegas a tiempo a tu encuentro con tu gran cliente y la mañana es un éxito. Además a partir de ahora iréis juntos a trabajar y compartiréis gastos de gasolina y reduciréis la contaminación de tu ciudad. ¿Ves ahora a lo que me refiero? Los problemas están en nuestra mente, el Universo es perfecto y tiende al equilibrio por eso todo pasa por alguna razón.